La Ofensiva de Aragón había terminado con una completa victoria del bando sublevado, tras alcanzar el Mediterráneo con la toma de Vinaròs, en abril de 1938, la zona republicana queda dividida en dos.

Franco aprovecha para lanzar la ofensiva final sobre Valencia, decisión muy criticada por sus generales, que consideran un error abandonar el avance sobre la indefensa Barcelona y dirigirse a Valencia a través de las montañas del Alto Palancia.

La imparable ofensiva nacionalista progresa desde Teruel siguiendo el eje de la carretera general Burgos-Sagunto, el único obstáculo que deben salvar es el sistema defensivo republicano que, aprovechando la intrincada orografía de la zona, construye una extraordinaria línea de fortificaciones, la denominada Línea XYZ que desde Almenara, en la costa, hasta Santa Cruz de Moya, en Cuenca, debía actuar como un sólido muro defensivo que impidiera la toma de Valencia.

Superar esta línea de defensa suponía tener vía libre hacia el litoral de Sagunto. Franco está convencido que es una tarea fácil, favorecida por la superioridad material de su ejército frente a las tropas republicanas, una determinación osada en la que no tiene en cuenta anteriores conflictos, donde el Alto Palancia fue un territorio duro e inexpugnable.

La línea XYZ, protagonista esencial en la Batalla de Levante, contribuyó de manera decisiva a frenar el avance franquista sobre Valencia.

“Aislar, batir y destruir al Ejército Rojo de Levante”

General Dávila

Comandante en jefe del Ejército del Norte.